Definición de habla y sus componentes.
El habla es la expresión verbal del lenguaje. Es un sistema complejo, en el que intervienen factores físicos y mentales, por el que se convierte una idea en un conjunto de sonidos que tienen significado para la persona que los escucha. Está compuesta de distintos elementos que, en caso de alteración, necesitaran la intervención por parte del logopeda:
- Articulación: Es la forma en que se generan los sonidos de una letra. Es la realización acústico-fonética de la lengua.
- Voz: es el sonido que se produce por la vibración de las cuerdas vocales de la laringe tras el paso del aire espirado y su posterior amplificación y armonización en las cavidades de resonancia.
- Fluidez: es el ritmo con el que se transmiten los mensajes.
Antes de comenzar a hablar sobre el papel del logopeda en las alteraciones del habla deberíamos aclarar las diferencias entre ésta y la comunicación y el lenguaje pues existen alteraciones propias de cada uno que se pueden dar de manera aislada o simultánea, y que necesitaran distintos enfoques y tipos de intervención logopédica.
La comunicación es el intercambio de información entre dos individuos: un emisor que envía un mensaje y un receptor que lo comprende. Dicho intercambio puede hacerse a través de diversos canales: puede ser a través del tacto, a través de la mirada, a través de los gestos de la cara o movimientos del cuerpo, a través de la voz, etc.
El lenguaje es la capacidad de poder intercambiar información más compleja y abstracta mediante un código de signos y reglas sociales (lengua). Para que la comunicación sea eficaz debe de ser conocido y aprendido por ambos interlocutores. Existen multitud de lenguajes: lenguaje de signos, braille, lenguajes pictográficos, etc., aunque es el más utilizado es el oral, junto a su representación física (lenguaje escrito). Además, el lenguaje es el instrumento estructurante y regulador del pensamiento y de la acción, de la personalidad y del comportamiento social.
Alteraciones del habla y la articulación e intervención logopédica
Las dificultades que podemos encontrar en el habla agrupan en tres bloques: las alteraciones de la articulación, las alteraciones de la voz y las alteraciones de la fluidez verbal. Los trastornos de articulación suelen combinarse de manera variable con alteraciones de la fonación, respiración, resonancia y prosodia.
En el presente artículo nos centraremos en las alteraciones de la articulación, comúnmente conocidas como dislalias, pudiendo estas ser simples (cuando se da un error articulatorio en un solo fonema) o múltiples (cuando el error articulatorio se produce en más de un fonema).
La dislalia consiste en la dificultad o defecto en la correcta pronunciación de ciertos sonidos o grupos de sonidos. Según su etiología podemos encontrar:
- Dislalias evolutivas o fisiológicas: alteraciones de la articulación como consecuencia de la inmadurez del lenguaje a una edad determinada, son propias del desarrollo del lenguaje, parte de su proceso de maduración cerebral y de los órganos fonoarticulatorios. Suelen darse hasta los 3 ó 4 años y desaparecen por sí solas.
- Dislalias funcionales: alteración de uno o varios sonidos de forma permanente y sistemática (incluso en repetición de fonemas aislados) en la emisión de un fonema/as sin que existan defectos anatómicos, neuromusculares y/o neurolingüísticos que lo puedan justificar en un niño de más de 4 años.
Los tipos de errores más comunes son: sustituciones, omisiones, adiciones, distorsiones, y/o inversiones o metátesis. Cuando las alteraciones incluyen gran número de fonemas consonánticos y vocálicos, a veces la producción verbal resulta ininteligible y esta situación la definimos como “dislalias múltiples”.
- Dislalias orgánicas/disglosias: Alteraciones en la producción oral debidas a una causa anatómica y/o fisiológica, y de origen no neurológico de los órganos bucofonatorios. Se clasifican según el órgano afectado, pudiendo ser: labiales, linguales, palatales, mandibulares, dentales y nasales. Pueden ser congénitas o adquiridas.
- Dislalia audiógena. Es un trastorno en la articulación de los fonemas producida por un déficit auditivo. El niño no articula bien porque no discrimina correctamente. Según el grado de pérdida auditiva, habrá más o menos alteraciones. Suelen estar asociadas con alteraciones de la voz y del ritmo.
- Dislalias neurológicas/disartrias: Se producen como consecuencia de un trastorno neurológico periférico, que afecta a la musculatura implicada en el habla. Comprende disfunciones motoras de la respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia. Según la localización y la gravedad de la lesión, el habla se verá más o menos afectada. A la ausencia total del habla, se denomina anartria.
- Trastornos fonológicos: no es un trastorno del habla propiamente dicho ya que no está afectado el aspecto fónico si no que se observan dificultades en la discriminación auditiva y en la programación fonológica (lenguaje) por lo que los errores no son sistemáticos, dependen del contexto fonético. No es el fonema el que plantea dificultades al niño, ya que es capaz de decirlo de forma aislada, sino su ordenación y diferenciación dentro de las palabras. Se caracterizan por los procesos de simplificación fonológica: omisiones de fonemas o sílabas enteras, confusiones, asimilaciones y sustituciones de fonemas, duplicaciones de sílabas, inversiones silábicas.
También podemos clasificarlas según el/los fonemas alterados: betacismo (/b/-/v/), chuísmo(/ch/), deltacismo (/d/), gammacismo (/g/), jotacismo (/j/-/g/), kappacismo (/k/), lambdacismo (/l/), mitacismo (/m/), rotacismo (/r/ simple y /r/ fuerte), sigmatismo (/s/) y/o seseo (sustitución de /z/ por /s/). Por lo que es importante conocer los rasgos de los fonemas y su clasificación:
Fonemas consonánticos:
Según el Punto de Articulación (posición de los órganos de la boca):
- Bilabiales: los dos labios se tocan – /p/, /b/, /m/.
- Labiodental: labio inferior y dientes superiores se tocan – /f/
- Interdental: lengua entre los dientes – /z/.
- Dental: lengua detrás de los dientes superiores – /t/, /d/.
- Alveolar: lengua sobre raíz de dientes superiores – /s/, /l/, /r/, /rr/, /n/.
- Palatal: lengua y paladar – /ch/, /ll/, /ñ/, /y/.
- Velar: lengua y velo del paladar – /k/, /g/, /j/.
Según el Modo de Articulación (obstáculo en la salida del aire):
- Oclusivo: cierre total y momentáneo /p/, /t/, /k/, /b/, /d/, /g/.
- Fricativo: el aire pasa rozando un estrechamiento /f/, /z/, /j/, /y, /s/.
- Africado: se produce una oclusión y después una fricación /ch/.
- Lateral: el aire pasa rozando los lados de la cavidad bucal /l/, /ll/.
- Vibrante: el aire hace vibrar la punta de la lengua al pasar /r/, /rr/.
- Nasal: parte del aire sale por la cavidad nasal /m/, /ñ/, /n/.
Según acción de las cuerdas vocales:
- Sordo: no vibran las cuerdas vocales – /p/, /t/, /k/, /ch/, /z/, /s/, /j/, /f/.
- Sonoro: sí vibran las cuerdas – /b/, /d/, /g/, /y/, /m/, /ñ/, /n/, /l/, /ll/, /r/, /rr/.
Según la salida del aire:
- Nasal: parte del aire pasa por la cavidad nasal – /m/, /ñ/, /n/.
- Oral: todo el aire pasa por la boca – el resto de consonantes.
Fonemas Vocálicos:
- Según punto de articulación: anteriores: /e/, /i/, central: /a/ y posteriores: /o/, /u/.
- Según modo de articulación: abierta: /a/, semiabiertas: /e/, /o/ y cerradas: /i/, /u/.
¿A partir de qué edad se deben trabajar mediante logopedia las dificultades en la articulación?
El proceso de adquisición de los fonemas puede definirse cronológicamente; comienza con los balbuceos, sonidos vocálicos y fonemas bilabiales y va posteriorizándose a medida que evoluciona el niño y se desarrollan las estructuras bucofonatorias.
A los 3 años los niños ya deberían de ser capaces de pronunciar los sonidos bilabiales /p/ y /b/, nasales /m/, /n/ y /ñ/, guturales /g/, /j/ y /k/, labiodental /f/, palatal /ch/, alveolar /l/ y dental /t/.
En torno a los 4 años se va ampliado el rango de sonidos pudiendo pronunciar también el sonido dental /d/, los fonemas alveolares /s/ y /r/ simple y los dífonos o trabadas con /l/ (bl, pl, fl, cl y gl).
Entre los 5-6 años se adquiere el fonema /r/ vibrante y los dífonos o trabadas con /r/ (br, pr, dr, tr, fr, cr y gr) por lo que se podría decir que el proceso de adquisición de fonemas terminará entorno a los seis años.
Debemos tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo de adquisición y que se producirán variaciones de un niño a otro por lo que la labor del logopeda será realizar una valoración exhaustiva sobre la integridad de las estructuras bucofonatorias, el nivel madurativo general y el desarrollo de los demás componentes del lenguaje para determinar si las dificultades se encuentran dentro del rango normativo/evolutivo o si necesitan intervención por nuestra parte.
La edad para comenzar el tratamiento logopédico depende de la edad de adquisición de los fonemas y el nivel madurativo en que se encuentre el niño, generalmente es en torno a los 4 años para dislalias funcionales.
Si existen malformaciones u otras patologías de base lo ideal es empezar cuanto antes, teniendo siempre en cuenta la edad de adquisición de los fonemas para acompañar y ayudar al niño durante todo el proceso.