Cómo favorecer la comprensión del lenguaje
La comprensión del lenguaje es aquella capacidad que permite a la persona entender lo que la otra persona le está explicando, informando o pidiendo.
En la comprensión del lenguaje se convierten en claves multitud de habilidades cognitivas que facilitarán al niño o niña la comprensión del mensaje del emisor, entre ellas cabe destacar el procesamiento auditivo del lenguaje (responsable de descodificar los diferentes sonidos y la prosodia producidas por el emisor) y el procesamiento visual (responsable descodificar los elementos de tipo no verbal que acompañan el discurso, especialmente la comunicación no verbal).
Aparte de estos aspectos básicos cobrará una especial relevancia el grado de adquisiciones morfosintácticas y de léxico alcanzados por el receptor.
La parte receptiva del lenguaje siempre va un paso delante de la parte expresiva, facilitando de esta manera, a partir de la comunicación con el otro, el desarrollo de la parte expresiva.
A continuación os presentamos algunas actividades que pueden resultar interesantes para potenciar la Comprensión del Lenguaje, tanto en contextos de apoyo escolar o Educación Especial en Educación infantil para realizar tareas de estimulación compartidas en el hogar:
El juego interactivo
Para desarrollar la comprensión del lenguaje del niño / a es fundamental la interacción con el otro. Esta actividad es un guión de cómo trabajar mediante el juego interactivo la comprensión del lenguaje, juego, que por otra parte, deberá adaptarse a las necesidades del niño. Este tipo de actividad aparte de estimular la comprensión del lenguaje nos permite trabajar diferentes habilidades del lenguaje, como por ejemplo los turnos interactivos o la comunicación no verbal, al mismo tiempo, que otras habilidades cognitivas como la discriminación auditiva, la percepción visual u otros en función de los objetivos y los contenidos que nos proponemos en el juego.
Con esta finalidad se considera apropiado la realización de la siguiente rutina:
Durante media hora diariamente (el tiempo de juego se debe ir incrementando gradualmente, en función de la evolución de la interacción, empezando con interacciones de 5 minutos y así ir aumentando el tiempo de juego, en la medida que este se haga más productivo), jugar con el alumno teniendo en cuenta la indicación como básica:
- Sentados en el suelo o en algún lugar que permita al alumno que la altura del adulto/y la suya sean similares y por lo tanto se pueda dar una comunicación mediante el rostro constante, potenciando de esta manera el contacto ocular y el desarrollo de la comunicación no verbal.
En cuanto al desarrollo de la rutina, en función del momento de desarrollo del alumno podríamos seguir las siguientes pautas:
- Presentar una serie de objetos o juguetes que puedan ser atrayentes para el alumno. A partir de ahí dejar que el niño/a lleve la iniciativa en el juego, es decir, que escoja cuál es el objeto con el que quiere jugar y que es lo que quiere hacer. Esta pauta de trabajo es adecuada para iniciar la interacción y sentar las bases del juego, pero más tarde será el adulto quien deba llevar la iniciativa.
- En un primer momento, es bueno que el adulto adopte una conducta imitativa del alumno, es decir, realizar los mismos movimientos y / o simbolismos que realice con el objeto. Sin embargo, desde un primer momento ya es adecuado ir añadiendo elementos de mayor complejidad sobre el discurso del alumno, siempre en función de su nivel de expresión e ir un paso más adelante.
- En caso de que haya una discrepancia muy marcada entre su comprensión y expresión, siempre procuraremos ir un paso más allá de su nivel actual. A medida que la interacción vaya aumentando deben empezar a trabajar otros aspectos, resultando muy importante el trabajo del simbolismo, es decir, otorgar a un objeto un significado diferente del que realmente tiene. Por ejemplo: un cubo que haga el ruido de un coche y se mueva como éste. Estos elementos serán de introducir el adulto aunque siempre teniendo en cuenta la iniciativa del alumno. Debemos tener en cuenta que la adquisición del simbolismo es muy importante para el posterior desarrollo del lenguaje en procesos más elevados.
El cuento
El cuento es una herramienta fundamental para el trabajo de la comprensión del lenguaje, ya que añade a la palabra significados por medio de la imagen y nos permite introducir elementos que no están presentes en ese momento, descontextualizándolos de esta manera el lenguaje, aspecto muy importante de cara al desarrollo de la abstracción.
La lectura del cuento y el trabajo sobre sus imágenes nos permite introducir diferentes tipos de conceptos muy importantes y difíciles de adquirir en el desarrollo del lenguaje, como resulta la temporalidad y los conceptos que implica el aumento de vocabulario comprensivo, así como la comprensión de adjetivos sencillos. Sin embargo, uno de los puntos más importantes en el trabajo por medio de cuentos es la noción de secuencialidad o temporalidad del lenguaje, resultando muy importante que el cuento a utilizar presente una secuencia clara y los elementos estén bien encadenados entre sí.
El cuento a la vez nos permite trabajar muchas de las funciones del lenguaje, especialmente las de tipo enunciativo y interrogativo, las más relevantes en el desarrollo tanto de la comprensión como de la expresión del lenguaje.
Trabajo por medio de imágenes y secuencias temporales
Otra estrategia, quizás menos eficaz que las anteriores, proviene del trabajo sobre imágenes sobre todo para aumentar la capacidad de léxico del alumno. Resulta menos eficaz a menudo por la falta de contextualización y significatividad de los aprendizajes, lo que hace que a menudo estos aprendizajes no se generalicen o transfieran a otros entornos.
La forma más eficaz de trabajar por medio de imágenes consiste en hacer uso de imágenes significativas para el alumno, ya sean referentes a su cotidianidad, como fotografías en las que pueda surgir el mismo alumno, miembros de su familia u otros significativos como compañeros de clase, realizando acciones o representante aquellos aspectos que nos interesa trabajar. De esta manera resulta más fácil motivar al alumno, al mismo tiempo que el lenguaje no se encuentra tanto descontextualizado.
Dentro del trabajo con imágenes otra herramienta de trabajo resultan las secuencias temporales de viñetas, que permiten tanto la ordenación temporal de acciones como el trabajo del lenguaje que se desprende de ellas, no sólo los aspectos temporales, sino también aspectos de léxico en función de las necesidades y capacidades del alumno, así como los diferentes tipos de oraciones que se pueden componer. En este tipo de actividad también es muy recomendable el uso de imágenes significativas para el alumno.
Juego de seguimiento de órdenes o instrucciones
La introducción de órdenes en el juego manipulativo es una buena herramienta para el trabajo de los diferentes conceptos del lenguaje, tanto de tipo cuantitativo como espacial. Al mismo tiempo que podemos introducir palabras más complejas como diferentes tipos de adjetivos y adverbios sencillos de tiempo como «antes» o «después».
Este tipo de trabajo también se puede realizar por medio de juegos psicomotores, muy útiles para trabajar sobre todo conceptos de tipo espacial, acciones y nombres.
La dinámica dentro del aula
El apoyo dentro del aula es el mejor momento para trabajar la comprensión del lenguaje, ya que nos permite trabajar la adquisición del lenguaje en el contexto natural del aprendizaje, y al mismo tiempo, nos permite trabajar aspectos que con toda seguridad serán de carácter significativo para el alumno, ya que los necesitará para su día a día. Mediante el apoyo dentro del aula trabajamos continuamente la comprensión del lenguaje, ya sea mediante el apoyo al discurso oral de la maestra, la realización de instrucciones o bien la denominación de los diferentes elementos del aula y de las acciones que se suceden.
Lógicamente la comunicación con el alumno siempre tendrá que partir de lo que está a su alcance, procurando sólo ir un paso más adelante de sus capacidades actuales, procurando de esta manera la posibilidad de que el alumno pueda adquirir esta nueva capacidad.