Cómo funciona la respiración en la fonación
Como ya hemos visto anteriormente, la postura y la respiración tienen gran importancia en la emisión de la voz, pues la columna es el eje de nuestro esqueleto, el centro hacia y desde el que se irradian todas las fuerzas y energías, y el aparato respiratorio está unido a ella.
En este caso, nos centraremos en el papel tan importante que desempeña la respiración, ya que para la producción del sonido, es necesario el aire que sale de nuestros pulmones y saber administrarlo de manera óptima para conseguir un buen sonido.
¿Qué es la respiración?
La respiración es un proceso fisiológico por el cual las personas renuevan continua y periódicamente el aire de los pulmones, y el mecanismo que permite que puedan hablar, es decir, pronunciar vocales y consonantes que unidas forman palabras. Consta de dos partes: la inspiración (toma de aire) y la espiración (expulsión del aire), siendo esta última la que produce la voz.
Existen diferencias entre los distintos tipos de respiración: respiración pasiva (o respiración vital) y respiración activa. La primera es fisiológica (se produce cuando nuestro cuerpo está en reposo o en silencio) y la segunda posee intención fonatoria, es decir, se requiere la participación del diafragma y de los músculos abdominales e intercostales (que facilitan la movilización del diafragma) para respirar y, a continuación, producir los sonidos del habla.
La inspiración de una respiración activa (conversacional) debe ser nasal o bucal breve, rápida y silenciosa, evitando las inspiraciones profundas que elevan el pecho y bloquean la estructura laríngea, generando rigidez. Por otro lado, la espiración debe ser lenta y controlada por la musculatura intercostal y abdominal, facilitando así la producción del habla.
El papel del diafragma en la respiración y la fonación
El diafragma es el músculo inspiratorio más importante y eficiente para respirar, el cual separa la cavidad torácica de la abdominal e interviene en la respiración mediante su desplazamiento vertical. Se trata de un músculo grande, en forma de domo localizado en la base de los pulmones. Su función en la fonación es determinante, ya que moviliza la parte inferior de los pulmones.
Para realizar una respiración correcta en el habla, es preciso utilizar correctamente el diafragma, de manera que éste empuje la base de los pulmones y el aire salga con fuerza. Si mantenemos una buena postura, nuestro abdomen y músculos intercostales se expanden en la inspiración y se encogen en la espiración, quedando la musculatura totalmente libre de tensiones.
Por el contrario, algunas personas que sufren problemas de voz, tienden a realizar una respiración superior. En este tipo de respiración, el diafragma actúa menos, la respiración es más superficial (introducen menos aire en los pulmones) y la fonación de menos calidad (al introducir menos aire, no se dispone de la suficiente potencia para la producción de la voz), pues se emplea la musculatura que rodea el cuello para la inspiración y espiración del aire. Además, suele utilizarse el aire residual para hablar, ese aire que queda en los pulmones después de espirar todo el aire que habíamos inspirado. Esto se debe a que la respiración que realizan estas personas es superficial, por tanto, el aire se agota rápidamente. Una mala postura y una respiración incorrecta, unidas a la tensión muscular que realizan cada vez que tienen que usar la voz, produce un mayor esfuerzo y origina alteraciones en la voz.
En resumen, deben entender que lo importante en una respiración eficiente no es tanto la cantidad de aire inspirado ni la capacidad respiratoria del hablante, sino su funcionalidad. Si presentan dificultades en la voz originadas por un mal control de la respiración, es necesario realizar un entrenamiento de la musculatura respiratoria para facilitar así la movilización del diafragma y lograr una fonación óptima. Si desea obtener más información, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
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