Disgrafía adquirida
En publicaciones anteriores, vimos que la disgrafía podía ser de dos tipos (disgrafía evolutiva y disgrafía adquirida) y conocimos las características de la disgrafía evolutiva, referida a los niños que tienen dificultades para aprender a escribir. En este caso, vamos a centrarnos en las disgrafías adquiridas, las cuales se refieren a las personas que escribían correctamente y que, como consecuencia de una lesión cerebral, muestran alteraciones en algún aspecto de la escritura.
El rasgo característico de las lesiones cerebrales es que suelen destruir ciertas zonas del cerebro dejando otras intactas, con lo cual se alteran ciertos mecanismos psicológicos pero otros continúan funcionando perfectamente. Por esta razón, en las disgrafías adquiridas pueden aparecer diversos síntomas de unos pacientes a otros dependiendo de la zona cerebral dañada, encontrando los siguientes tipos:
Disgrafías semánticas (afasia dinámica central): se produce cuando la conexión con el sistema semántico (donde están almacenados los significados) está afectado, por tanto, los sujetos con este tipo de disgrafía presentan dificultades en la planificación de los que se va a escribir (el mensaje). El lenguaje es gramaticalmente correcto e incluso pueden contar historias que tienen aprendidas, pero son incapaces de producir el lenguaje espontáneo.
Disgrafías sintácticas (agramatismo): los sujetos con este tipo de disgrafía presentan dificultades en la construcción de la estructura sintáctica, por lo que pueden crear buenos mensajes pero no construyen bien las oraciones (las oraciones son semánticamente coherentes pero sintácticamente incorrectas, parecidas a un “telegrama”).
Disgrafías centrales: el trastorno se produce en los procesos de recuperación de palabras o elementos léxicos, por tanto, se establecen distintos tipos de disgrafías centrales en función de la ruta o rutas de acceso al léxico que estén alteradas.
- Disgrafía adquirida fonológica: se produce cuando se lesiona la ruta fonológica (mecanismos de conversión fonema-grafema) y se utiliza la ruta ortográfica, por lo que el sujeto se ve incapacitado para escribir pseudopalabras, palabras largas e infrecuentes, comete numerosos errores derivativos (con los sufijos de las palabras compuestas) y errores en las palabras función.
- Disgrafía adquirida superficial: se produce cuando está alterada la ruta visual u ortográfica, por lo que se utiliza la ruta fonológica. El sujeto únicamente puede escribir palabras que se ajustan a las reglas de conversión fonema-grafema, por lo que tiene numerosos errores de ortografía, dificultades para escribir palabras irregulares, homófonas y poligráficas.
- Disgrafía adquirida profunda: se lesionan las dos rutas mencionadas -fonológica y ortográfica- por tanto, el paciente presenta dificultades de ambos tipos de disgrafía, aunque también se caracteriza por la aparición de errores semánticos, pues tienden a sustituir palabras del mismo campo semántico, por ejemplo: “plátano” por “naranja”. No obstante, al contrario de lo que ocurre en las disgrafías semánticas, el paciente tiene dificultades para escribir la palabra al dictado pero sí comprende su significado.
Disgrafías periféricas: este tipo de disgrafías conlleva trastornos motores, por tanto, el sujeto no tiene dificultades para acceder al léxico, pero sí tiene dificultades para acceder al almacén de los patrones motores gráficos y ejecutar los procesos motores implicados en la escritura (es decir, no tiene dificultades para acceder al nombre de las palabras, pero es incapaz de ejecutar los movimientos necesarios para la reproducción de las palabras sobre el papel). Hay diversos tipos, según cuál sea el estadio afectado del proceso, que va desde el almacén grafémico hasta la escritura en el papel. Así, podemos encontrar:
- Disgrafía por alteración de alógrafos: el sujeto tiene dificultades para la escritura de los distintos tipos de letra (por ejemplo, cursiva) y formatos (por ejemplo, mayúsculas), pudiendo mezclar esos tipos de letra (ejemplo: CaSa).
- Disgrafía apráxica: la lesión produce una pérdida de los programas motores que controlan la formación de letras (por ejemplo, letras muy deformadas).
- Disgrafía aferente: las dificultades son perceptivas, por tanto, los pacientes pueden tener problemas para mantener las letras en una línea horizontal o una tendencia a omitir o duplicar rasgos y letras.
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