La comunicación en niños con TDAH
¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad?
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) es un trastorno que se inicia en la infancia y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad, o bien dificultades en el control de los impulsos. De acuerdo con la clasificación de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), existen 3 subtipos del TDAH, según la presentación del síntoma predominante:
- Tipo con predominio del déficit de atención.
- Tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad.
- Tipo combinado, donde predominan tanto síntomas de desatención como de impulsividad-hiperactividad.
¿Cómo influye en la comunicación de los niños?
La principal característica de los niños con TDAH es la inatención, que les lleva a distraerse fácilmente con estímulos irrelevantes del entorno. Aparentemente, parece que estos niños no escuchan y que con frecuencia olvidan o tienen dificultades para seguir instrucciones. Esto influye negativamente en la comunicación, pues en ocasiones las personas intentan comunicarse con el niño que presenta TDAH, pero la situación no es ideal para ello debido a que su nivel de concentración es mínimo, o su situación emocional no es adecuada en ese momento, lo que hace que el niño no pueda o no quiera prestar la atención necesaria para mantener una conversación. Además, es frecuente encontrar niños que realizan contestaciones impulsivas o inadecuadas en clase, que presentan dificultades para mantener el turno conversacional o un habla excesiva.
Otra de las dificultades que podemos encontrar es la relacionada con los mensajes que le hacemos llegar. Éstos no deben ser largos ni complicados, ya que el niño no captará todo lo que le estamos pidiendo, no será capaz de realizarlo y, por tanto, nos puede llevar a pensar que no ha querido hacerlo o no le interesa (cuando probablemente no haya comprendido bien el mensaje). Debemos tener en cuenta que los niños con TDAH procesan la información auditiva peor que el resto de niños y pierden información transmitida oralmente. Por esta razón, es necesaria la repetición de la información verbal, el uso de organizadores visuales que añadan una doble vía de entrada de la información, etc.
Asimismo, la impulsividad que presentan los niños con TDAH provoca que su discurso, tanto oral como escrito, sea «atropellado» y entrecortado, o que resulte difícil entender el contenido de las conversaciones. Por ejemplo, cuando quieren contar o describir algún suceso, la mayoría de ocasiones lo hacen de manera desordenada, con frases incompletas, una articulación a veces imprecisa o una escritura irregular, etc.
A estas dificultades, debemos añadir los problemas de comprensión escrita que presentan debido a la impulsividad y dificultad para prestar atención mencionadas antes, pues cometen errores de omisión de letras o palabras, no están lo suficientemente concentrados en la lectura, tienden a levantar la vista del texto que están leyendo o no siguen el hilo argumental.
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