La importancia de un tratamiento logopédico precoz en Parkinson
Como vimos en artículos anteriores, la enfermedad de Parkinson (EP) consiste en un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor y se manifiesta con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos. Se produce cuando las células nerviosas de la sustancia negra del mesencéfalo (área cerebral que controla el movimiento) mueren o sufren algún deterioro.
Entre sus principales características, destaca el temblor en reposo, la lentitud en la iniciación de movimientos, la rigidez muscular o la inestabilidad (pérdida del equilibrio). Respecto a las alteraciones en la comunicación, podemos decir que, en general, el habla de la persona con Parkinson se caracteriza por tener una sonoridad e intensidad monótona, de bajo tono y pobremente prosódica, que tiende a desvanecerse al final de la fonación. El habla se produce en lentos ataques y significativas pausas para respirar entre palabras y sílabas, reduciéndose la fluidez verbal y el ritmo. La articulación de los sonidos, tanto linguales como labiales, está empobrecida, lo que reduce la inteligibilidad y dificulta la identificación del estado emocional de la persona.
Además, muchos de los pacientes que presentan Parkinson sufren alteraciones cognitivas (dificultades en la memoria, el procesamiento de la información, la atención o problemas ejecutivos), lo que con frecuencia provoca dificultades en la denominación de palabras (efecto «punta de la lengua») y frases incompletas debido a esta dificultad para evocar palabras.
Todos estos síntomas pueden ser muy leves en su inicio o simplemente no aparecen hasta etapas más avanzadas, siendo cada vez más notorios con el paso del tiempo. En ocasiones, nos encontramos con personas que al ser diagnosticadas deciden aplazar el tratamiento logopédico porque en un primer momento se encuentran bien y/o no ven la necesidad de realizar un trabajo logopédico hasta que las dificultades aparecen. Es entonces cuando la persona con Parkinson puede sufrir una disminución en su deseo de comunicarse y, en casos más severos, aislamiento social. Por esta razón, resulta de suma importancia el inicio precoz de un tratamiento logopédico con el fin de retrasar la aparición de las dificultades. Deben tener en cuenta que cuanto más ágil se encuentre la musculatura, más probabilidades habrá de frenar el avance de la enfermedad. El tratamiento de la persona con Parkinson debe ser un tratamiento integral desde que se realiza el diagnóstico, contribuyendo así al mantenimiento de una buena calidad de vida.
Si desea obtener más información acerca de la Enfermedad de Parkinson (EP) o tiene cualquier otra duda, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
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