Plasticidad neuronal y logopedia
La plasticidad neuronal o neuroplasticidad (OMS, 1982) es la capacidad de las células del Sistema Nervioso Central (SNC) para cambiar su propia organización y funcionamiento después de estar sujetas a influencias patológicas, ambientales o del desarrollo, incluyendo traumatismos y enfermedades. De esta manera, el cerebro se adapta a los cambios sufridos y lleva a cabo distintos procesos de adaptación, como la creación de nuevas conexiones entre neuronas o la regeneración de neuronas afectadas.
La plasticidad neuronal es máxima durante el desarrollo de los niños, por lo que una intervención temprana en los primeros años de vida es decisiva para optimizar el desarrollo posterior, ya que se lleva a cabo la activación y el aprovechamiento funcional de todas las estructuras del SNC, así como la conservación de su funcionalidad normal y de aquellas que presentan funciones incompletas en relación con el daño cerebral. Un diagnóstico precoz permite así iniciar un trabajo de forma temprana y por tanto más eficaz, pues en esta etapa existe la posibilidad de aumentar las interconexiones neuronales en respuesta a ambientes enriquecidos con estímulos debidamente programados.
Posteriormente, la plasticidad neuronal va desapareciendo en la etapa adulta, en la cual se manifiesta como aprendizaje o respuesta a cambios internos (por ejemplo, un accidente cerebro-vascular) o ambientales (por ejemplo, los traumatismos). Aunque ninguno de los procesos que se llevan a cabo en esta etapa reemplaza correctamente el tejido dañado o perdido, sí se observa a menudo una mejoría de la conducta asociada, debido a la recuperación espontánea del tejido dañado o la reorganización funcional del SNC. Los principales factores que influyen en los procesos de recuperación de un paciente con lesiones cerebrales son: la edad de aparición, la etiología, la localización de la lesión, el grado de deterioro cognitivo previo, las condiciones médicas, la aparición de complicaciones, etc.
El proceso de recuperación espontánea del cerebro es más evidente en los primeros seis meses después de una lesión. A partir de aquí, la recuperación continúa durante varios años, pero a medida que el tiempo avanza, es más difícil observar y estimar los cambios. Por esta razón, es conveniente llevar a cabo un tratamiento especializado que permita aumentar la eficacia de los procesos de compensación y lograr una mayor recuperación funcional, mejorando así la calidad de vida del individuo.
El logopeda, en este caso, se encarga de mantener y/o recuperar la comunicación y la deglución de personas que han sufrido una lesión cerebral, planificando un tratamiento personalizado en función de las características del paciente. Si usted o cualquier familiar precisa atención logopédica y necesita mayor información acerca del tratamiento rehabilitador, no dude en contactar con nosotros.
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