Retraso lector
El retraso lector es una dificultad para el aprendizaje de la lectoescritura característica en los niños de 6 a 8 años y se manifiesta en aquellos que no presentan ningún tipo de patología, pero debido a las características especiales de cada uno, tardan más tiempo en alcanzar la comprensión del lenguaje y la lectoescritura. Las causas pueden ser diversas: baja capacidad intelectual, déficit sensorial, deprivación sociocultural, problemas emocionales, desmotivación o retardo madurativo en alguna de las variables que intervienen en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura.
El ritmo de cada niño depende de cómo utilicen sus experiencias previas como soporte de nuevas ideas, conceptos y habilidades; así como del humor y el interés que pongan en esa actividad. La única diferencia entre el niño con retraso lector y el niño normal es el grado de desarrollo y no los patrones lectores, que son idénticos. Por tanto, comparten síntomas con los alumnos que presentan dislexia, pero la diferencia está en que los disléxicos centran sus alteraciones en los patrones lectores. Es muy importante saber diferenciar un retraso lector de una dislexia, ya que los niños pueden ser diagnosticados incorrectamente.
¿Cuáles son los factores predisponentes y los síntomas del retraso lector?
Factores predisponentes:
Problemas de lateralidad.
Dificultades de concentración o atención.
Aprendizajes precoces y/o forzados de la lecto-escritura, problemas de método y/o motivacionales, situaciones de enseñanza-aprendizaje inadecuadas.
Problemas en el desarrollo del lenguaje.
Ambientes socioculturales desfavorables.
Predisposición hereditaria o antecedentes familiares con las mismas dificultades.
Sintomatología asociada:
Retraso fundamentalmente en el área lingüística, que puede complicarse con fracaso escolar, fobia escolar, etc.
Ansiedad elevada ante situaciones de lectura, que a su vez le producen errores de fluencia (se “atasca”).
Errores ortográficos y alteraciones frecuentes en la escritura (omisiones, sustituciones, adiciones e inversiones).
Errores, generalmente consistentes, en la lectura oral.
Velocidad lenta en lectura.
Dificultades para la comprensión del texto escrito.
¿Qué características diferenciales y criterios debemos tener en cuenta para su diagnóstico?
Características diferenciales:
Para poder diferenciar el retraso lector de cualquier otro trastorno de mayor índole, debemos descartar una serie de factores:
Ausencia de problemas sensoriales: visión y audición normal.
Ausencia de problemas físicos que estén implicados en la lectura.
Ausencia de trastornos emocionales: desórdenes de la personalidad (psicosis, cuadros autistas, etc.).
Ausencia de trastornos neurológicos.
Una puntuación de C.I. verbal o manipulativo superior a 70.
Dos años de retraso lector en sujetos de 8 o más años de edad (la dislexia no puede diagnosticarse antes de los 8 o 9 años, ya que es en esta edad cuando se completa el proceso constructivo de la lectoescritura).
Criterios de diagnóstico:
Deterioro importante de la lectura para extraer de los signos escritos o impresos un significado.
El rendimiento en la lectura es notablemente inferior al esperado, dada su escolarización, y el rendimiento general en otras áreas y tareas.
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