¿Cómo pueden vigilar los padres la audición del bebé?

Es importante que observen al bebé en momentos en los que esté tranquilo y en un ambiente sin demasiados ruidos. Si el niño no consigue algunas de las respuestas en la edad esperada que figuran a continuación, es importante acudir al pediatra descartar problemas de audición.

La hipoacusia o sordera es un trastorno que se caracteriza por una pérdida o disminución de la audición y afecta a uno o ambos oídos. Es un problema bastante frecuente entre los niños, pues uno de cada mil bebés nace con sordera.

La hipoacusia en la infancia tiene una importancia extraordinaria, tanto para el niño que la padece como para la familia, ya que provoca grandes dificultades en la comunicación (aprendizaje del habla) y la socialización, además de afectar negativamente al desarrollo del mismo (especialmente a capacidades motrices como el equilibrio y la coordinación).

El momento de aparición de la hipoacusia y su detección precoz es fundamental desde el punto de vista del pronóstico, de manera que los especialistas puedan intervenir lo antes posible y el tratamiento sea más efectivo. Sin embargo, esta detección precoz cuenta con la dificultad de que el déficit auditivo puede pasar desapercibido en el niño, especialmente en el primer año de vida. La detección temprana facilita tanto el tratamiento médico como un inicio temprano de la intervención del logopeda, aspectos importantes de cara al desarrollo máximo del lenguaje del niño con perdida auditiva.

HITOS ESPERADOS EN EL LENGUAJE SEGÚN LA EDAD

– Del nacimiento a los 3 meses

Se sobresalta, parpadea o se despierta ante sonidos fuertes e inesperados. Prefiere la lengua materna, discrimina palabras bisílabas y trisílabas. Se muestra tranquilo ante una voz familiar y amistosa. Le gustan más los estímulos del habla que otros sonidos. Ríe y emite sonidos cuando juegan con él. Mira la cara de la persona que le habla.

– De 3 a 6 meses

Dirige sus ojos hacia un sonido interesante (voz de la madre, sonajero, etc.) y busca la fuente de sonidos nuevos que no están a la vista. Balbucea y juega haciendo ruidos y sonidos. Sonríe cuando se le habla. Hace al menos cuatro sonidos diferentes cuando usa la voz.

– De 6 a 9 meses

Le gustan los objetos musicales o que hacen ruido. Gira la cara y trata de mirar a la persona que habla con una voz baja y tranquila. Se detiene un instante cuando alguien le dice una negación. Mira objetos o imágenes cuando alguien se refiere a ellas. Usa sonidos diferentes y parece nombrar cosas.

– De 9 a 12 meses

Responde a su nombre y entiende palabras comunes como “no” y “adiós”. Dice “ma-má” o “pa-pá” e intenta imitar el sonido del habla. Señala o busca objetos de personas familiares cuando se le pide. Sigue órdenes. Hace sonidos con la música. Usa sonidos de consonantes. Emite sonidos como respuesta a la voz humana y usa cambios de intensidad, ritmo y tono.

– De 12 a 18 meses

Comienza a emitir sus primeras palabras. Escucha o identifica sonidos que provienen de otra habitación o del exterior. Señala o mira objetos, partes del cuerpo y personas familiares cuando se le nombran. Utiliza palabras de más de una sílaba con significado.

– De 18 a 24 meses

Conoce las partes del cuerpo. Cumple órdenes simples, entiende preguntas sencillas y frases simples con preposiciones. Usa su primer nombre. Utiliza frases de dos palabras. El 50% del habla puede ser entendido por desconocidos.

– De 24 a 30 meses

Entiende las frases con contenidos negativos. Cumple instrucciones sencillas. Usa plurales. Emite de 100 a 200 palabras.

– De 30 a 36 meses

Comprende algunos verbos. Usa sin problemas frases interrogativas y negativas. Hace frases de cuatro o cinco palabras. El 80% del habla puede ser entendido por desconocidos.

– De 3 a 5 años

Entiende preguntas de “por qué” y muchos pronombres. Utiliza más de 1.000 palabras. Emite muchos sonidos correctamente. Habla libremente con familiares y amigos. Usa frases completas que entiende todo el mundo.